La nueva realidad… La era de la tecnología al servicio de las personas y su salud

La reciente situación de Covid_19 nos ha metido de lleno en las oportunidades digitales que nos brinda el siglo XXI y, a medida que pasa el tiempo, nos ha ayudado a darnos cuenta de que en el futuro podemos necesitar de desarrollos tecnológicos adaptados a situaciones diversas, complementarias a las del contacto presencial, contacto que todos esperamos retomar muy pronto en las condiciones más seguras posibles.
Algunos de estos aspectos que han sufrido o van a sufrir un avance en la digitalización son:
1) Tecnologías para realizar pruebas de detección de casos tempranos y pruebas digitales para detectar personas en riesgo y poder tomar medidas específicas para reducir la diseminación. Puede incluir manejo de nuestros datos digitales.
2) Atención médica digital: consultas digitales, monitorización de la atención médica y terapias en línea como una parte valorada e integrada de la prestación de servicios de salud y atención.

Un claro ejemplo de esto es la tecnología GRADIOR: un software para la estimulación cognitiva, evaluación y rehabilitación neuropsicológica, dirigido a pacientes que sufren deterioro cognitivo causado por el envejecimiento, enfermedades neurodegenerativas, enfermedad mental, trastornos neuro-psiquiátricos, daño cerebral, parálisis cerebral, etc.

3) Estrategias digitales que favorezcan un estilo de vida saludable, mayor inmunidad y prevención frente a contagios: cobra importancia el adoptar un estilo de vida saludable, que favorezca una buena inmunidad y mejore en la prevención de la enfermedad, poniéndonos en situación de estar preparados y protegidos para el futuro. Posibilidad de integrar la prevención en el proceso de atención primaria en un futuro.

Proyectos europeos como Captain o WorkingAge tienen como objetivo proporcionar asistentes inteligentes en el hogar y en el trabajo facilitando el análisis de estilos de vida y posibles problemas de salud a la vez que proporcionan consejos y guía para mantener una vida saludable.

4) Seguridad grupal y contactos interpersonales: seguiremos necesitando del distanciamiento social, lavarse las manos, más espacio abierto, reservas y compras a través de Internet, pero sin olvidar y aumentando y el valor de los contactos personales reales y pequeños.
Todos estos avances irán unidos a la adquisición de una mayor competencia digital, en todas las franjas de edad. Las competencias digitales no serán una opción: necesitaremos aprender a manejarnos en un mundo donde la tecnología estará cada vez más presente. Sin embargo, seguiremos apostando por la comunicación cercana con los usuarios de estas tecnologías, su participación en el desarrollo de las mismas y el encuentro con las personas, aunque al principio tengamos que mantener una cierta distancia física. Todo esto pasará, pero la experiencia que hemos vivido condicionará los años venideros.
Por nuestra parte, estamos preparados para crecer y seguir desarrollando servicios y productos que nos ayuden a vivir mejor.

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